jueves, 9 de mayo de 2013

Chess-boxing. La lucha del intelecto






Seguro que alguna vez han intentado mezclar aceite con agua. Imposible, ¿verdad? Pues algo parecido ocurría con el ajedrez y el boxeo hasta que en 2003 se organizó en Alemania la primera velada de chessboxing, fusión de ambos deportes. "Es el combate total, estrategia pura. Aquí luchas física y mentalmente contra tu oponente", explica Daniel Lizarraga, uno de los pioneros de este cocktel deportivo en nuestro país.

"El chessboxing demuestra que no todos los boxeadores son unos bestias sin cerebro y que todos los ajedrecistas no son frikis con gafas", añade Daniel, que compagina este deporte con su trabajo de comercial en la empresa familiar en Pamplona : "En el gimnasio hago entrenamiento físico y mejoro la técnica del boxeo. Al ajedrez le dedico un par de horas al día con el maestro internacional Roi Reinaldo, que me ayuda a estudiar aperturas, finales...".
muchos combates se deciden por jaque-mate
Daniel ya ha ganado varios combates fuera de España y espera seguir progresando en el mundo del chessboxing: "Tengo compañeros de gimnasio que boxean mejor que yo y alucinan cuando ven que a mí me salen combates por toda Europa. Es una oportunidad de viajar".

Incluso alguno se ha planteado probar con el tablero: "Lo han intentado, pero tienes que ser bueno en el ajedrez. Es, incluso, más importante que el boxeo porque muchos combates se deciden por jaque-mate. A mí desde pequeño me ha fascinado y he practicado bastante".

¿Y cómo se juega?

Un combate de chessboxing consta de seis asaltos de ajedrez y cinco de boxeo. Los primeros duran cuatro minutos, uno más que los de  pelea física, y se van intercalando entre ellos. "Lo que más cuesta es sentarte a pensar un movimiento de ajedrez después de haber estado luchando. Es desconcertante, cuesta conectar las ideas y se suelen ver grandes errores sobre el tablero".
A veces los asaltos de ajedrez, que se disputan en el mismo ring, generan más tensión que los puñetazos: "Puede ser mucho más violento que el boxeo.  He visto partidas donde los rivales se intimidan y se amenazan con la mirada. En el boxeo, en cambio, suele haber un abrazo cordial antes de pelear".
He visto partidas donde los rivales se intimidan y se amenazan con la mirada
Durante el asalto de ajedrez los púgiles se sientan y se colocan unos cascos con música clásica: "Son para mejorar la concentración y para evitar que el público te chive alguna jugada. Los aficionados animan y no paran de gritar. No hay silencio como en una partida normal".

El propio Daniel confiesa que se pone más tenso cuando tiene que noquear al rey de su oponente: "A mí el boxeo me relaja, permite descargar tensiones. En el ajedrez tienes que ser siempre muy agresivo y pensar rápido. Te pueden descalificar por juego pasivo".
El ganador es el primero que logra un jaque-mate o tumba a su oponente por KO. Si nada de eso ocurre, el combate se decide a los puntos del boxeo.

Un cómic visionario

El dibujante y cineasta serbio Enki Bilal imaginó hace casi 20 años un deporte similar al chessboxing, practicado por los personajes de su cómic de ciencia ficción ‘Frío Ecuador’.
La obra de Bilal pudo ser la semilla del actual chessboxing. "En España sigue siendo un deporte desconocido, pero tiene mucho tirón en Alemania o Inglaterra", explica Lizarraga.











Jaque a los grandes de la raqueta.



Cuando cae el telón, Grigor Dimitrov emerge victorioso (7-6, 6-7 y 6-3 en 3h 05m) frente a Novak Djokovic en un partido para fuertes. Silba la grada al número uno. Se golpea Nole el pecho con la raqueta mientras el público alienta a su contrario (“¡Dimitrov! ¡Dimitrov!”). El búlgaro no se amedrenta frente a la carga del mejor tenista del planeta. Sobrevive con tiros rebosantes de talento a los zarpazos del rey del tenis y a su propia mala cabeza: pierde el saque cuando sirve para abrochar la primera manga; cede break de ventaja en la segunda; y concede dos pelotas de rotura en la tercera cuando ya va por delante. Es Dimitrov contra sí mismo y Dimitrov contra una fiera, Nole, que se grita a sí mismo por las esquinas mientras se duele de un tobillo. Finalmente, el búlgaro levanta los brazos entre calambres, con Djokovic asfixiado por sus tiros, reverberantes de grandeza. Bajo los focos que iluminan la noche de Madrid se produce un golpe de estado.
Tras la final de Montecarlo (en la que derrotó a Rafael Nadal), no me entrené durante 12 días por mis problemas en el tobillo (...) Todo el mérito es de mi oponente
Novak Djokovic
“Tras la final de Montecarlo (en la que derrotó a Rafael Nadal), no toqué la raqueta durante 12 días. No sabía si vendría o no a Madrid por mis problemas en el tobillo”, dice luego Djokovic, que siente dolores en la articulación desde los cuartos de la Copa Davis, que Serbia ganó a los Estados Unidos. “Todo el mérito de la victoria es de mi oponente. No me preparé bien. No quiero buscar excusas”, añade. ¿Y el público?, le preguntan sobre el gentío, que durante el duelo aplaude sus errores, celebra los aciertos de su contrario y le abuchea cuando pide la intervención del juez árbitro en las pelotas dudosas. “Eligen a quién apoyar, es todo lo que puedo decir”, se despide Nole, lejos siempre de su mejor versión y enfrentado por momentos a la mejor de Dimitrov.
No siempre, claro. Los fantasmas que habitan en la cabeza del búlgaro rugen con fanfarrias tenebrosas cuando saca para ganar la primera manga: igual que en Indian Wells 2013 contra el serbio, y que en Miami contra Andy Murray, cede su servicio cuando sirve para ponerle su sello. La vida, sin embargo, es un proceso de aprendizaje y el número 28 es un alumno aventajado.


Djokovic se duele del tobillo durante el segundo set. / DOMINIQUE FAGET (AFP)
De derecha a derecha, Nole no puede. La pelota del búlgaro le quema, devora los segundos que él necesita para armar su golpe, le hace perder la iniciativa. Igual que ocurre con Roger Federer, el tenista a cuya imagen y semejanza se ha modelado Dimitrov, el revés debe ser el golpe más débil de tan espléndido repertorio, ahí tiene que estar la diana, el camino por el que ganar los puntos, piensa Nole. Pero no. El búlgaro se monta sobre la pelota, aguanta las acometidas del serbio y revienta la bola cuando los intercambios acaban en su derecha. Tiene tacto, fuerza y decisión. Eso no deja a su contrario otra solución que la de la épica y el orgullo, la de lanzarse por el encuentro, porque en la estrategia no encuentra soluciones ni respuestas hay en la táctica. En la noche de Madrid, mientras en los descansos suena Jamiroquai por los altavoces, Dimitrov juega demasiado bien como para que el número uno pueda ganarle solo con la raqueta.
Los dos contrarios resbalan en la arcilla mientras cae el frío de la noche. La humedad de la tierra dificulta los agarres y les coloca en posiciones extremas. Contorsionados, hablan las muñecas. Todos conocen la de Djokovic, el número uno del mundo. En la central de Madrid, Dimitrov presenta la suya al planeta consiguiendo la victoria más prestigiosa de su carrera. Una cosa queda clara: cuando Nole tira con todo, Baby Federer tiene el suficiente tacto como para devolverle hasta sus pelotas más pesadas. El suyo es un ejercicio brillante al que solo le resta un saque tembloroso con el marcador en ventaja.
Llegados a la tercera manga, Nole cree que su momento ha llegado. Dimitrov se agarra las piernas, acalambrado tras terminar de madrugada su partido de la víspera. Está tieso. Al serbio, sin embargo, tampoco le sobran las fuerzas, y entrega su primer servicio del parcial. Ya nada puede evitar el triunfo de Dimitrov, el número 28 mundial, de 21 años. Ya no hay ejército que detenga el golpe de estado. Ya se despide el mejor del mundo, que venía de destronar a Rafael Nadal sobre la tierra de Montecarlo y se va silbado. A la espera de la prueba de los cinco sets de los grandes, que medirá esas piernas con tendencia a los calambres, la victoria de Dimitrov es como un grito: aquí estoy, poco a poco voy llegando.


Ferrari, ¿Ganador? sin carácter.


A nadie se le puede pasar por su cabeza y negar que la Scuderia Ferrari de F1, ya no es lo que era.
Si ya de por sí les cuesta reaccionar a la hora de construir y desarrollar un coche copetitivo como antaño, y fian su buen hacer deportivo a las manos de un piloto como Fernando Alonso, ni que decir tiene, que en el plano directivo, también han perdido la iniciativa, y lo que es peor, parece que no han puesto ningún medio para remediarlo.

Sino no puede explicarse de otra manera como han permitido que Pirelli vaya a usar unos nuevos compuestos a partir del GP de Barcelona, que serán mucho más favorables al Red Bull, y perjudiciales para la escuderia del Cavallino.
Y como la escuadra de la bebida austriaca se ve con legitimidad para imponer su criterio, se ha aventurado ha conseguir el siguiente propósito, lograr que los neumáticos blandos que Pirelli pone a disposición de los equipos también les sean más favorables.

relli se reunió el martes en Milán para analizar el rendimiento y comportamiento de los neumáticos en las cuatro primeras carreras de la temporada. Entre los temas a tratar, los italianos debían decidir si hacer pequeños cambios en el compuesto duro, del que han recibido quejas por parte de varios equipos de la parrilla.
Debatido el asunto, el proveedor de neumáticos ha tomado la resolución de modificar ligeramente la goma dura, que se asemejará al compuesto duro que se utilizó durante la temporada 2012. Tal y como asegura Pirelli, los cambios en tal compuesto ya se verán en el Gran Premio de España, próxima cita en el calendario, y se mantendrán a lo largo del Mundial. Con tal modificación, la intención es que la goma no sufra tanta degradación y, así, alargar su vida.
El responsable de Pirelli en la Fórmula 1, Paul Hembery, ha afirmado que la decisión se consultó con todas las escuderías de la parrilla. "Después de evaluar la actuación del neumático en las cuatro primeras carreras, hemos tomado la decisión -en consulta con todos los equipos- de cambiar el compuesto duro a partir de España y en adelante, como hicimos en Barcelona hace dos años cuando también introdujimos un nuevo neumático duro para el resto de la temporada".
El británico también confirma que no hay modificaciones en las demás gomas. "Esta nueva versión del compuesto duro está mucho más próxima al neumático de 2012, con el objetivo de dar a los equipos más oportunidad para llevar una ampliación de las estrategias en combinación con los otros compuestos, que permanecen sin cambios", añade Hembery.
El nuevo compuesto duro se usará por primera vez en el Circuit de Catalunya, escenario de la próxima cita del calendario, del 10 al 12 de mayo. Juntamente al duro, Pirelli ha nombrado al neumático medio como gomas que deberán montar los monoplazas en la prueba de Barcelona.

Mourinho muere matando.

 Parece mentira que en los tiempos que corren, y dada la experiencia de unos y otros, y con los méritos obtenidos a sus espaldas, tengan que ser los jugadores los que deban hacer acto de responsabilidad y tragarse todo el ambiente cargado en que el técnico madridista ha envuelto todo el día a día que rodea el Real Madrid, precisamente por el bien del club.

Aquí es donde se demuestra quién mira por los intereses del club, y por los suyos personales, o acaso recuerdan ustedes unas palabras mal sonantes o fuera de tono del capitán madridista...

Cada vez más "adeptos" se unen a favor del narcisista entrenador portugués.
Si no fuera poco la mala relación que tiene con jugadores como Ramos, Iker, Cristiano, Benzema, Ozil, Albiol... y alguno más, ahora se une a la terna, ( de forma tardía e interesada, todo hay que decirlo) su antaño amigo y confesor Pepe, quién en unas palabras irreverentemente sorpresivas, defendía el linchamiento al cuál el séquito de portugueses y Karanka le están sometiendo.

Florentino, pobre hombre, pidió anteayer unidad hasta la final de Copa, en uno de esos actos-bacalá diseñados como precampaña electoral ante unas elecciones que espera que no haya. Mourinho no le concedió la merced. Ayer volvió a comparecer ante los muchachos de la prensa, nosotros, o sea, para descarboxilarse de nuevo. Pepe es un frustrado, Iniesta tiene que pensar por qué sin Messi juegan peor que con él, Diego López va a jugar hasta que Colón baje el dedo, o hasta que el propio Mou se vaya del Madrid... Cuestión esta, la única que importa, sobre la que tampoco aclaró nada.
Cuándo y por cuánto se irá Mou-rinho. Eso es lo que quiere saber la afición. Mientras dure, ya sólo es una llaga en carne viva que huele mal y escuece. Florentino lo merece, bien mirado. Él es el responsable. No ya por haberle contratado, que en su día fue una decisión comprensible y razonable, aunque costó un traspaso de aúpa, sino por haberle ido tolerando una tras otra. Ha sido un ejercicio prolongado de cobardía moral que ha desacreditado al Madrid pero sobre todo al propio Florentino, otrora personaje respetado, hoy víctima masoquista de los desafueros de un subordinado insubordinado.
A todo esto, Mourinho trata de desviar el foco al tema Casillas. Pero nadie le hostiga con Diego López, que ha parado muy bien hasta que él ha empezado a ponerle nervioso. Hubo cierta intriga cuando se recuperó Casillas, pero el propio Diego López enterró el tema. Y también Casillas. Pero Mou elige ese tema para presentarse como víctima de una conjura que no existe. Simplemente, es un borde que no ha ganado tantas cosas como para que se le perdone serlo. Por eso hay tanta gente harta de él. También muchos directivos. Hoy hay junta y muchos murmuran, pero ¿quién le pone el cascabel al gato?

Una caballerosa leyenda, enturbia el presente de tristeza.




En su autobiografía, el libro más vendido en Inglaterra en 1999, Sir Alex Ferguson aseguraba que se retiraría de los banquillos a los 60 años. Marcado por el trauma de ver morir de cerca en un campo de fútbol, el Ninian Park de Cardiff, a su maestro y amigo Jock Stein, de 63, en un Gales-Escocia del 10 de diciembre de 1985, de un ataque al corazón. Fergie era el joven ayudante de Stein, seleccionador escocés y primer campeón de Europa británico al frente del Celtic de Glasgow en 1967. Sir Alex, de 71, no ha cumplido su promesa y esta mañana ha anunciado su retirada, pero el paso del tiempo (lleva un marcapasos en el corazón y se opera de la cadera en agosto) le ha ayudado a asomarse al abismo de dejar de las riendas del Manchester United, el tercer club más rico del planeta, después de casi 27 años en su banquillo. Un caso único de resistencia y determinación en un equipo de la dimensión del United, si bien no ha alcanzado el récord de Guy Roux, técnico del Auxerre, francés, sin ningún parón desde 1964 a 2000. Atrás deja Ferguson 38 trofeos (entre ellos 13 títulos de la Premier y dos Ligas de Campeones), 1.498 partidos (a falta de dos para acabar la Liga) y un 60% de victorias. Y abre, en su condición ahora de embajador y presidente del club, un apasionante debate sobre su sucesión y su enorme herencia. “La decisión de retirarme la he pensado mucho tiempo y no la he tomado a la ligera. Es el momento adecuado”, ha explicado hoy en un comunicado. Las acciones del club inglés en la Bolsa de Nueva York han caído un 3% en el inicio de la sesión.
La decisión de retirarme  la he pensado mucho tiempo y no la he tomado a la ligera. Es el momento adecuado
Pero sobre todo se marcha una personalidad fascinante. A los 16 años fue un destacado sindicalista de los astilleros de Clyde mientras ejercía de delantero centro en el Queen’s Park, un equipo aficionado de Glasgow. De ahí le quedó su simpatía por el socialismo y por el partido laborista británico, del que es uno de sus mayores donantes. El joven Alex jugó en el Dunfermline y llegó al Rangers, el club de su infancia, la primera gran decepción: falló en el marcaje de Billy McNeill, delantero del Celtic, y perdió la final de la Copa escocesa de 1968 por 1-0. Se marchó del Rangers y tiró aquella maldita medalla de perdedor.
Debutó como entrenador en el East Stirlingshire, ganaba 47 euros semanales y su delantero Bobby Culley lo recordó así: “Nunca antes había tenido miedo de nadie hasta que vino él; fue un terrorífico bastardo desde el principio”. El St. Mirren, al que dirigió desde 1974 a 1978, es el único club que lo despidió, al enterarse de sus conversaciones con el Aberdeen, donde se le conocería como Furious Fergie. El 11 de mayo de 1983 le ganó la final de la Recopa de Europa al Real Madrid. El Aberdeen se filtró entre los dos grandes de Glasgow y, un año después, tras retener el título de Copa ante el Rangers, tachó el partido de “desgraciada actuación” de su equipo, tal era su exigencia. Más discreto fue su paso por la selección escocesa. Sustituyó al fallecido Stein, pero no pasó de la primera fase en el Mundial de 1986.

A Old Trafford llega el 6 de noviembre de 1986 en lugar de Ron Atkinson. Se topa ante una banda de jugadores borrachos y deprimidos: Paul McGrath, Norman Whiteside y Brian Robson, entre otros. Le cuesta imponer la disciplina entre las estrellas, el principal sello de su carrera. Pasados los tres primeros cursos, Old Trafford le pide que se deje ya de excusas. Los periodistas piden su cabeza. Le salva la victoria posterior ante el Barça de Cruyff en la Recopa de 1991. Está emergiendo un joven fenómeno, Ryan Giggs, y el fichaje de Eric Cantona, del Leeds, cambiará la historia del United. La pareja de ataque con Mark Hughes le da la primera Liga en 26 años. Es 1992. Al año siguiente llega del Nottingham un joven Roy Keane, otro jugador fabuloso.  Pero la bomba se está cocinando en la cantera. Cuando vende a Ince, Hughes y Kanchelskis en el verano de 1995, decide no comprar a nadie. Confía en los Fergie’s Fiedlings [los novatos]: Gary Neville, Philip Neville, David Beckham, Paul Scholes y Nicky Butt. Cuatro ejercicios después, la cima en el corazón del United, el triplete de 1999. En la semifinal de Copa ante el Arsenal, es expulsado Roy Keane y hay un penalti en contra en el último instante. Lo para Schmeichel y vence el Manchester. El dramatismo se multiplica en la final de Champions en Barcelona. Al gol de Mario Basler responden Sheringham y Solskjaer al límite del tiempo. Fergie confiaba en un lustro de dominio europeo, pero este se redujo al campeonato inglés.

A mediados de 2000 ficha a dos prodigios adolescentes: Cristiano Ronaldo y Rooney. Entre medias, se enfrenta al máximo accionista del club, John Magnier, por la propiedad de un caballo de carreras, el Rock of Gibraltar. Magnier vendió sus acciones a Malcolm Glazer, el magnate estadounidense, y esto generó fuertes protestas de los aficionados más románticos de Old Trafford.
El foco lo traslada Fergie al campo; la elección de un gran portero, Edwin Van der Sar, del Fulham. Y el 21 de mayo de 2008 cae la segunda Copa de Europa, en el estadio Luzhniki de Moscú, tras batir 6-5 al Chelsea en los penaltis: Van der Sar bloca el tiro a Anelka para corregir el fallo de Cristiano Ronaldo. Todavía le quedaban a Ferguson dos Ligas más y dos finales de Champions perdidas ante un intratable Barça de Pep Guardiola. En ambas, reconoce su inferioridad.
No siempre tuvo tan buen perder. Sus broncas a los árbitros le costaron decenas de multas y la denominación de “Fergie time” para ese periodo en que cada juez sufría la intimidación del técnico escocés. Su frase “Squeaky-bum-time” ha sido admitida por el Oxford English Dictionary para definir la tensión de los partidos finales de cada campaña. Nunca fue políticamente correcto. Y en abril de 2003 acusó a la UEFA de favorecer en la Champions a los conjuntos españoles e italianos: otra multa de 5.400 euros.
Su relación con los jugadores podía ser paternal (así actuó con Cristiano Ronaldo cuando llegó del Sporting de Lisboa con 18 años) o violenta. A Beckham le golpeó en el pómulo al lanzarle una bota tras una discusión en el vestuario. Tampoco le gustó que se casara con Victoria, la pija de las Spice girls. Hughes le puso un nombre: “El secador de pelo”, tal era la cercanía con la que gritaba a sus chicos en los descansos o al final de los partidos. Muchos de ellos han sido después entrenadores: Brian Robson, Steve Bruce, Mark Hughes, Roy Keane, Paul Ince, Chris Casper, Darren Ferguson, Henning Berg y Ole Gunnar Solskjaer. Por supuesto, se encaró a colegas como Kevin Keagan, Arsene Wenger, Rafa Benítez y Mark Hughes. Y de Gordon Strachan dijo que no le daría nunca la espalda.
Se marcha con 13 títulos de la Premier y dos Ligas de Campeones
Rencoroso con la prensa, al periodista Danny Taylor, del Guardian, no le permitió pisar los campos de entrenamiento de Carrington durante dos años por haber escrito una biografía, This is the one, que le disgustaba. Y a la BBC la boicoteó durante siete años por un reportaje sobre su hijo Jason, agente de futbolistas, al afirmar que este había utilizado la influencia de su padre para medrar. Sir Alex vive en Wilmslow con su mujer Cathy, a la que en su despedida dedicó unas cariñosas palabras de agradecimiento (“por la estabilidad y el coraje”). Casados desde 1966, tienen otros dos hijos, uno de ellos, Darren, es mánager del Peterborough United. El escultor Philip Jackson le ha dedicado una estatua de bronce, inaugurada el 23 de noviembre de 2012 en Old Trafford. Las broncas de Fergie se han acabado. Al menos en el vestuario. El United busca a quien mejor pueda honrar ese legado. David Moyes, el entrenador del Everton, es el favorito.

Curiosidades deportivas (5): Street Luge





El Street Luge, variante del Luge olímpico de invierno, es conocido como un deporte extremo que se practica emulando a los trineos de nieve, en descensos peligrosos a altas velocidades, tan solo apoyándose sobre una larga patineta sin más protección que un casco y los guantes para evitar raspaduras.

Historia

Como muchos de los nuevos deportes extremos que se caracterizan por desafiar las reglas establecidas, el Street Luge nació en California en medio de la euforia por deportes como el surfing o el skateboarding, practicados por jóvenes ansiosos de nuevas experiencias y la necesidad de romper con la rigidez de los deportes convencionales.

En su recorrido para llegar a ser considerado como deporte, en 1975 se llevó a cabo la primera competencia oficial de Street Luge en el sureste de California, organizada por la Asociación Americana de Skateboard la cual premiaba a los competidores más veloces que descendieran por rutas asfaltadas, a velocidades por encima de los 150 km/h.

Aunque durante estos años este deporte se practicó informalmente, solo hasta los años noventa el Street Luge se desarrolla como un deporte organizado con una federación y reglas para las competencias, apoyado ya por las grandes cadenas de televisión como la ESPN X-Games y la NBC, que transmitían las carreras llevándolo al nivel de los superdeportes extremos.

Equipo

El skateboard sobre el cual se practica es un tipo de patineta alargada, con llantas y amortiguadores mucho más grandes que los convencionales, permitiendo un adecuado agarre al pavimento y mayor control al deportista quien va acostado de frente en posición de misil, controlando los movimientos de la tabla.

Muchas de las tablas que ves en competencia son fabricadas por los propios deportistas, para que estás se ajusten a su anatomía y medidas; también las puedes comprar por encargo enviando al fabricante una información básica sobre tu peso y estatura; una tabla promedio te puede costar hasta unos USD$2.000, dependiendo de la calidad de los materiales y las llantas donde está la clave para el mejor desempeño en carretera.

Para la tabla también podrás escoger el material, que puede ser de madera o de metal, todo depende del terreno sobre el cual descenderás. La madera es mucho menos rígida y más fácil de cortar y amoldar, pero las tablas son menos profesionales que las de metal, que se consideran más resistentes.

Federaciones

Para participar en competencias oficiales deberás pertenecer a una federación de tu localidad o país; en Europa, Australia y Estados Unidos las federaciones están mucho mejor organizadas que en Latinoamérica, donde el Street Luge es poco difundido. Algunas de las más importantes asociaciones del mundo son: IGSA (Asociación Internacional de Deportes de Gravedad),GSI (Deporte de Gravedad Internacional), NSLAA (Asociación Nacional de Street Luge), EDI (Descenso Extremo Internacional), RAIL (Asociación de Corredores de Street Luge). La práctica del Street Luge es considerada de alto riesgo y solo avezados deportistas con mucha experiencia lo pueden practicar. Para iniciarte en este tipo de deportes debes experimentar los descensos de la mano de instructores, que te irán guiando, paso a paso, para obtener el mayor control a altas velocidades.

También podrías lograr experiencia a tu propio paso, sin excederte o arriesgarte demasiado. Para este fin, si decides hacerlo por tu cuenta, existen muy completos manuales escritos por verdaderas leyendas de este deporte, que te darán valiosos tips para no fracasar en el intento.

Lugares donde practicar

Es de vital importancia el lugar donde practicar el Street Luge, se recomienda que se empiece por descensos poco inclinados para ir acostumbrándose a la tabla, luego ir aumentando la inclinación por descensos cada vez mayores. Lo más importante consiste en encontrar tu propia vía con poco tráfico, que estén bien asfaltadas, sin ondulaciones o resaltos que en cualquier momento podrían hacerte perder el control.

Para practicar el Street Luge no hay límite de edad, si es recreacional; si es de competencia, tendrás que tener mínimo 14 años y un permiso especial de tus padres para acceder a las carreras. Las reglas de este deporte dependen de la asociación que organiza los eventos; durante todo el año se realizan torneos y competencias en muchos países,especialmente en:

•Sudáfrica
•Suiza
•Gran Bretaña
•Estados Unidos
•Suecia


Curiosidades deportivas (4): Korfball



Nacía el siglo XX cuando el maestro holandés Nico Broekhuysen asistió a un seminario sobre educación física en Suecia. Durante los descansos, Nico observó con sorpresa que hombres y mujeres jugaban juntos una suerte de baloncesto. Atraído por la idea de una actividad mixta, la difundió en Ámsterdam a su regreso, y terminó dándole forma de deporte al escribir formalmente sus reglas. Aparte de su parentesco con el básquet, el korfbal es también primo del netball inglés y de la pelota al cesto argentina.
¿Cómo es el juego? Simple, el objetivo es lograr que la pelota atraviese un cesto colocado a tres metros arriba de un palo (altura similar a la del aro de básquetbol). En la versión para 8 jugadores por lado, cada equipo tiene una defensa y un ataque, cada uno a su vez conformado por 2 hombres y 2 mujeres.
Quien recibe la pelota no puede avanzar con ella, sino pasarla a un compañero. La prohibición de contacto físico entre los jugadores es la que permite que los equipos sean mixtos y empareja las chances femeninas.
Se juegan dos tiempos de 30 minutos. El terreno de juego está formado por dos cuadrados pegados de 20 metros por 20 cada uno. Originalmente el korfbal se practicaba al aire libre entre equipos de 12 jugadores y en una cancha más grande; la reconstrucción de la posguerra generó muchas instalaciones deportivas cubiertas, con lo que se redujo tanto el campo de juego como la cantidad de contendientes.
Otra particularidad del korfbal es dónde están ubicados los postes con los cestos: no en los extremos de la cancha sino bastante más adentro (en el eje longitudinal, a una distancia de las líneas exteriores igual a 1/6 del largo total) lo cual hace que el juego continúe aún detrás de los cestos: algo parecido seve en el hockey sobre patines o sobre hielo.
Para difundirse y crecer, el korfbal enfrentó un obstáculo: la tradicional separación de hombres y mujeres en deportes competitivos. Sin embargo, hoy se practica activamente muchos países, tales como Australia, Francia, India, Israel, Taiwán, Estados Unidos…